lunes, 15 de noviembre de 2010

El Camino, Miguel Delibes

Una lectura recomendada para todos aquellos alumnos de nivel C2.

Sipnósis de El camino

Daniel el Mochuelo intuye a sus 11 años que su camino está en la aldea, junto a sus amigos, sus gentes y sus pájaros. Pero su padre quiere que vaya a la ciudad a estudiar el Bachillerato. A lo largo de la noche que precede a la partida, Daniel, insomne, con un nudo en la garganta, evocará sus correrias con sus amigos -Roque el Moñigo y Germán el Tiñoso- a través de los campos, descubriendo el cielo y la tierra, y revivirá las andanzas de la gente sencilla de la aldea. La simpatía humana con que esa mirada infantil nos introduce en el pueblo, haciéndonos conocer toda una impresionante galería de tipos y la fuerza con que a través de rasgos frecuentemente caricaturescos se nos presentan siempre netos y vivos es uno de los grandes aciertos de esta novela. Feliz evocación de un tiempo cuyo encanto y fascinación advertimos cuando ya se nos ha escapado entre los dedos, EL CAMINO es, por su amalgama de nitidez realista, humor sutil, nostalgia contenida e irisación poética no sólo una de las mejores novelas de Miguel Delibes, sino también, como señalara la crítica, «una de las obras maestras de la narrativa contemporánea».

4 comentarios:

  1. Me gustó mucho el vocabulario (mi familia es de tierra de Campos y siemmpre me ha maravillado la riqueza léxica de la tierra castellana). Lo que no me gustó del libro es el "sentido del destino trágico" tan presente en la obra de Delibes.
    Desde luego no es una lectura fácil y creo que requiere un conocimiento del mundo rural del que carezco, quizás por eso no lo pude apreciar en su totalidad.

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  2. Sí, la verdad es que Delibes era el maestro del vocabulario rural y probablemente el último escritor capaz de ello. Al ser también mis padres de origen castellano, recreo en muchas de sus historias mi infancia en Burgos.

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  3. Hola!

    Recuerdo la primera vez que leí obligada el Camino. Creo que por el hecho de ser una obligación no disfruté demasiado del libro. Afortunadamente lo he releído unas cuantas veces y me parece una maravilla.

    Además, mi padre me contó que está inspirado en un pueblo de Cantabria (donde yo llevo yendo desde pequeñita), se llama Molledo de Portolín. Es increíble la descripción que hace del pueblo en uno de sus capítulos (si paseas por el pueblo te das cuenta de que muchas cosas no han camniado. La fiesta de ese pueblo se llama El Camino y se celebra a principios de septiembre. Antiguamente, como en muchos otros pueblos del valle de Iguña, se levantaba La Maya durante las fiestas que también lo describe en la novela.

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